28 abril 2009

La carta



La rescató de la papelera y estaba rota en cinco partes. Sólo pudo recuperar cuatro y las extendió todas sobre la mesa formando un mosaico indescifrable. Recogiéndose tras la oreja una brizna de cabello furtiva, se sentó ante el rompecabezas de palabras inconexas, utilizando las dos manos para ir moviendo los pedazos a su antojo, arrastrándolos sobre la madera, formando incluso vocablos nuevos. No tardó en recobrar el sentido del puzzle y leyó lo que pudo, pues el resto yacía incomprensible entre fotografías, recortes de periódico, agendas de teléfono. Todo un pasado ya inútil.
Al acabar, exhaló un suspiro, levantándose para ir a la habitación donde él descansaba desde hacía ya tres días.
-¿Tú la leíste? ¿La leíste toda?
No obtuvo respuesta, como no obtendría jamás ninguna otra. Vencida, rodeó la cama hasta llegar a la ventana, para abrirla y dar paso al aire viciado que tantos titulares había estado acaparando. El silencio entró con él, en una vorágine ensordecedora, donde el horizonte enloquecido ya no acogía los pasos que dejaban huellas sobre la tierra.
Y esperó.
Esperó hasta que las palabras escritas perdieron su significado.
Esperó hasta que el descanso se tornó más intenso.
Esperó hasta que sus manos olvidaran la memoria.
Esperó hasta que su cabello cayera lacio besando las baldosas.
Esperó hasta que su piel resbalara por los huesos.
Pero nunca llegó.

...

Thomas Baley Aldridge escribió a finales del siglo diecinueve el relato más aterrador que he podido leer:

“Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.”

Lo he recordado tras lo sucedido estos días en México y me ha servido de inspiración para La carta.

25 abril 2009

Esquirlas de aire. Capítulo Dos

Tuvo que amordazar a la chica mientras todo sucedía, era necesario, no paraba de gritar y Pier comenzaba a tener la sensación de que sus tímpanos cederían tarde o temprano y sería una injusta ironía que todo acabara de aquella forma, absurda manera.
Seguía pegando el rostro al hueco que quedaba entre las tablas que tapiaban la ventana, y miraba, absorto y con admiración, a pesar de que casi nada podía verse. Sus grandes y oscuros ojos se abrían de forma perpleja, incrédulos todavía de que todo se hubiera iniciado ya, la larga y raída cabellera le caía sobre los hombros y su boca desdentada esbozaba una sonrisa de impaciencia. Detrás de él, la joven gimoteaba tras la mordaza. El hombre se acercó a ella con pose engrandecida, a lo que la chica echó la cabeza hacia atrás, esperando un estallido de violencia que finalmente no se produjo.
-Deberías disfrutar del momento histórico que estamos viviendo, en vez de patalear como una niñata de parvulario.-Le dijo mientras le liberaba la boca.
Y una vez libre, solo pudo lanzar un alarido.

Dime qué eres. Porque te lanzas hacia mí con furia desorbitada. Dime que tienes entre tus manos para apresar los pasos que debería haber dado. Dime como hablas porque tu voz no llega clara. Lanzas golpes de impotencia y yo callo, la calle no es tan lejana, nadie acude a mi llamada. Dime porque me llevas en volandas y te adueñas de mi camino.
Dime
maldito


-bastardo! ¡Que quieres de mí! ¡Que
meatasalasilla maltratasmicordura qué!
- ¡No! ¡Calla!-Pier se llevó las manos a los oídos, dando grandes zancadas que recorrían la pequeña habitación. Mientras, la cautiva lo miraba incrédula, incapaz ya de poder llorar más o gritar.
Hacía horas que la mantenía así, con los brazos detrás de su asiento y los calambres comenzaban a ser cada vez más constantes. La sinrazón del momento la sometía a un estado perturbado: desde que recuperó la consciencia no había sufrido vejación alguna a parte de su inmovilidad y su secuestrador se limitaba a intentar mirar al exterior y reír, ahora balbucear, ahora llorar, ahora caminar, de nuevo a reír.
-¿Porqué me has traído aquí?

Estás caminando y las luces de la calle no son lo suficientemente tranquilizadoras, se cruza un gato y notas la presión en tu cuello, el golpe en la cabeza, mil recursos crecen en el nudo de tu estómago pero mueren en la garganta al notar el sabor de la sangre entre tu dientes, el foco de la farola no te ciega del todo al mirar hacia arriba y ves los nubarrones que presagian lluvia. No me he traído un paraguas.

-Tuve que hacerlo, ya no tenía tiempo.-Le dijo Pier. Dándole la espalda, ladeando la cabeza.
-¿Tiempo? ¿Qué tiempo? ¿Qué locura?
El hombre se volvió para mirarla, con expresión de incredulidad en el rostro.
-¿No lo ves? ¿No lo estás oyendo?-Le dijo abriendo las palmas de sus manos, que contenían cicatrices.-He destruido el mundo.

…continuará.

23 abril 2009

Pintan de rojo rosas blancas



Balancea su cuerpo trémulo, allá, en la vigilia de una muerte que arranca violenta la última esperanza, desvanecida en un momento perdido. Espinas adamascadas rozan la pulcritud de tu piel, perlada de gotas de sudor que recorren el camino que no supo hacer el conejo blanco apresurado, reloj en ristre. En los pliegues de tu rostro escriben cuentos iniciados erase una vez donde un sombrero de copa celebraba un cumpleaños y pasaban las páginas en un punto y aparte, de nudo desenlace, de fin incierto. En la raíz del cabello los naipes parlotean despistados, cruzando las lanzas que la Reina sin corazón invoca y Alicia todavía no sabe porque tras el espejo siguen pintando de rojo rosas blancas.

...

Hoy es el día donde cientos de libros encontrarán su descanso final en lo alto de una estantería donde jamás serán leídos. El último destino será competir con los elegidos anteriormente, a ver quien es capaz de acumular más polvo sin por ello tener que perder la compostura.

Durante años soñé con poder sentarme una mañana de abril en la Rambla soleada, bolígrafo en mano y un buen puñado de dedicatorias en mi cabeza para los que esperaban delante, pacientes y admirados.
Hoy el sueño ya se ha difuminado.
Pero me congratulo al poder firmaros este post uno a uno, si a bien tenéis.

21 abril 2009

Tránsito



J.G. Ballard contempló el abismo…

...
Microrretalo I

Caminaba despacio, y cuanto más lo hacía, más rápido corrían detrás de él.

Microrrelato II

-Si quieres mirar hazlo ahora.-Le dijo.
Pero el ojo de la cerradura era demasiado pequeño y solo atisbaba retazos inconexos de algo que fue, que era, que no estaba.
-¿Y los demás?-Preguntó.
-Detrás de ti.
Atendió, inversa, con la otra pupila, y al caer el ojo al suelo, recogió con la tierra lo que necesitaba para el viaje

Microrrelato III

El sol agrietó tu piel formando surcos transitables, aquellos pies que los recorrieron no tuvieron ocasión de saludar, pues deprisa recitaban en sus oídos las cuentas a saldar. Tu nombre gritaron tres veces, y tres fueron los que miraron atrás, allá vienen, dicen, allá están. Abres la boca y solo tienes que masticar y masticar.
...

…y el abismo lo quiso para él.

18 abril 2009

Esquirlas de aire. Capítulo uno

Introducción

Se ha roto el aire.
En mil pedazos, y es tan limpio ahora. Desde aquí abajo se puede oler ya, desde éste recóndito escondrijo que mi angustia ideó. Es mi hogar de tránsito, el descanso del hacedor, la morada de espera. La batalla todavía no ha terminado, pero las explosiones se suceden por doquier en armonía bárbara y reparten un aroma purificador que mis pulmones agradecen, henchidos de orgullo, solo ellos te conocen. Hace tantos años que llevo esperando el dulce momento que no veo el instante de proclamar su proeza, de recoger los frutos del dislate... Son ellos. ¡Son ellos! No hay duda, y ahora soy tan feliz...
Desplazo mi memoria a los tiempos del cataclismo, no recuerdo la última vez que me sentí tan dichoso. Frente a la pantalla de la infravida, resultante del soliloquio amordazado,
extasiado,
ansiado,
endiosado,
de mis entrañas turgentes, devoradoras de insectos; espero el momento de la coronación.
Amor(dazado)
(Vi)Vir
El daño-el extraño.
(Su)Frir
La roca-la loca
Im-penetra
Tú entras.
Pier extendió los brazos proyectando una sombra en cruz, humedeciéndose los labios cuarterados de reseca piel embotada.
Ellos son todos.
Son mis hijos.
...Son Mi Creación...

...continuará

Otro orden de cosas.

En televisión nos inundan con programas nostálgicos, los inmediatos y los más pretéritos. Es una constante lo retro y el vintage, una corriente invertida. ¿Somos espectadores del principio del fin del mundo?
De ser así, habría que empezar a elegir el que cabalgue sobre la bomba. Y el más importante será el último ser que vea la carta de ajuste.

16 abril 2009

Horda

Algo no funciona correctamente en el cerebro humano.
El 14 de abril se vendieron 19.000 entradas en cincuenta minutos para asistir a una masacre en la Monumental. El 5 de Julio, una persona de nombre compuesto, torturará primero y asesinará después, sin mediar provocación alguna, a seis animales.
Hoy tengo diecinueve mil razones para desear que hubo un día de abril que debió durar tan solo veintitrés horas y diez minutos.




Microrrelato I Horda

Alzó la vista queriendo saber, pero una miríada de pares de ojos se posó en su figura. La respuesta no estaba en quien pretende formular una pregunta, pues no había forma de sortear la jauría. Pensó (deseó) que no le obligarían a hacerlo, pero entre la furia y la desazón solo había un breve atisbo de lucha, nimia oquedad de su ser. La nulidad de su futuro no le brindó más oportunidades y una vez tumbado en su propio carmesí, perdonó lo injusto, pero no la saliva ponzoñosa de los que bramaban en la insania.

Microrrelato II adroH

Su voz empezó el cuento por el final, y después no supo que había muerto.


...
Palabras que aborrezco.
Primera entrada: Difusor.

14 abril 2009

Geburt




Nació en el estruendo, acompañado de larvas que devoraron su oculta salida. Nació entre guerras de lodo, saltando por los aires al universo de todo lo que se hizo.
Nació de la sangre, derramada en el sollozo de los que lucharon por impedirlo. Se ocultó entre el follaje, comió de las piedras e inventó las historias que siempre escucharían con el polvo de lo huesos rotos los oídos soslayados. Sonreiría al maniaco para decirle: "No grito por ellos, no lo hago."
Se sentaría a horcajadas sobre la roca más alta y hablaría al otro con voz de legiones.

“Escucharás tú, lo harás.”
“No es posible hacerlo solo.”
“No te alimentarás hasta que no acabe, descansa tus pies, amolda tu cuerpo, el camino será largo.”

Miras alrededor la curiosa transformación del tiempo, se detuvo la niebla a un golpe de tu mirada.
Las tiras de mi piel arrancan el susurro.
Las tiras de tu piel arrastran el susurro.
En mí, en ti. No eres más que la caricatura de una pluma. En ti, por mí, tuerces el gesto a la mirada furtiva.

Es mi carne la que busca tu cuento.
Es mi carne en este maldito fuego.

Seas bienvenido…


Agradecimientos

Lo que sigue, en un principio, debería ir en el primer comentario, pero creo que es de justicia que forme parte del post de inauguración.
Todo esto es gracias a la mujer a la que amo. El diseño de la plantilla y el header son obra suya, todo lo bueno que hay aquí es gracias a ella, lo malo, es culpa mía.
No me puedo olvidar del blog de referencia que es Yoya lo dije y de todos los que lo habitan. Sois grandes. Aquí he de hacer una mención especial a eldeu, suyo fue el primer comentario que se hizo, y es el siguiente:

eldeu dijo...
el primer comment en este blog?

estoy impaciente!!

11 de abril de 2009 19:50


No me apetecía que se perdiera para siempre.
No quisiera dejar de mencionar a La Oscura Ceremonia, por las oportunidades dadas.
Los demás, todos, ya saben que los tengo presentes aunque no siempre esté.
esto que se abre hoy es para el que le apetezca, para los de aquí y los de allí, de un lado y de otro, así que espero no defraudar a nadie.

Leed y disfrutad.
 

Mi carne en este Maldito Fuego © 2010